A lo largo de los años, ¿se ha vuelto más selectivo o más tolerante al elegir un compañero? ¿Por qué?

Ambos. A medida que envejecemos, nos volvemos más selectivos de las cualidades fundamentales que buscamos en una persona, por lo general en un nivel más profundo, como su visión del mundo, valores fundamentales o buena naturaleza. Pero nos volvemos más tolerantes con las cualidades superficiales: cosas más pequeñas que no importan tanto, como la falta de buena apariencia, su cuestionable sabor en la ropa o su poco perfecto inglés.