Cuando alguien llega a saber quién soy realmente, ¿cuáles son las posibilidades de que me gusten?

Como señala Luis López, la mejor manera de evitar esto es que la persona real y la externa sean la misma persona. Si eso no es posible, intenta que lo real sea aún más amable que lo externo. Vendrá como una agradable sorpresa y las posibilidades serán mayores. Si solo estás fingiendo ser amable por fuera, y eres un sociópata total en el corazón, las posibilidades son menores.

Bueno, si derrotas a ese otro tú y eres tu mismo desde el principio, no tendrás este problema.