Estoy de acuerdo. Como un firme creyente en Dios, estoy totalmente de acuerdo.
Tu madre probablemente está tan envuelta en Dios que no piensa en mucho más. Si bien esto no es malo en la mayoría de los casos, cuando ella comienza a pensar que los gays son malos, malvados y demonios, eso no es bueno.
Muchas personas gays creen en Dios, y estas personas generalmente reprimen sus sentimientos. Otros todavía son ruidosos y están orgullosos de ser LGBTQ mientras que también son religiosos.
En lo que no creo es en personas religiosas como tu mamá, yo, y quizás tú participes activa y abiertamente en el odio y la vergüenza de los homosexuales. Ellos también son personas, como nosotros. El hecho de que sean gays no significa que sean personas horribles. Todos pecamos, y ser gay es un pecado. Por lo tanto, si ese es uno de los muchos pecados que cometen, al igual que nosotros cometemos muchos pecados, entonces si ninguno de los dos nos arrepentimos, todavía vamos al infierno.
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Mire de esta manera: imagine que hay un ateo que roba bancos (persona 1) y un ateo que es gay pero no roba bancos (persona 2). Ambos han cometido dos pecados mayores; por un lado, robar y no creer en Dios, y dos, por ser homosexual y no creer en Dios. Si no se arrepienten, ambos se van al infierno. No hay un lugar ‘especial’ en el infierno reservado para las personas homosexuales.
Si los gays pecan, y nosotros pecamos, ¿en qué nos diferenciamos?