Si lo que quieres decir con amor es “estar enamorado”, ese no es un objetivo realista a largo plazo. Ese es su cerebro que lo recompensa con jugos de placer por un tiempo limitado al comienzo de una relación.
Si ese es el propósito de tu vida, te estás preparando para una severa infelicidad, desilusión y soledad. Rechazarás a las buenas parejas porque “ya no es como solía ser” e incluso si cambias de pareja a menudo para perseguir el placer al principio, ese comportamiento también envejecerá y dejará de sentirte bien. De una forma u otra, tus jugos dejarán de fluir como solían hacerlo al principio.
Disfrútalo mientras dure, pero no esperes que dure para siempre y no lo conviertas en tu objetivo de vida.
Si, por el contrario, por amor te refieres al tipo de relación a largo plazo basada en la amistad, la compatibilidad, los objetivos comunes, los intereses comunes, los sueños comunes, los lazos familiares, ese es un objetivo digno y realista, pero no te preocupes tanto por dando y recibiendo. Cada una de estas relaciones tiene su propio equilibrio y no hay necesidad de contabilidad. Asegúrate de que no seas un bastardo egoísta y que tampoco estés siendo utilizado por un bastardo egoísta, y eso debería ser suficiente.