No es, o al menos no debería ser, solo amigas que hablan. Hablar es, posiblemente, una de las cosas más vulnerables que uno puede hacer. Puedes arruinarlo en cualquier momento. Di algo estúpido. Y en esta época, esa estupidez que dijiste podría vivir para siempre a través de Internet.
La vida es como una aventura. Todo el mundo con quien lo haces, cuenta sus propias historias y opiniones y eso hace que la experiencia sea más rica, más emocionante, más compleja. Pero hay un peligro con eso. El peligro de abrirse demasiado, dejarse expuesto, ser herido. Pero las personas que eligen pasar la aventura contigo, deciden hacerlo, abrirse a ti, porque se preocupan por ti. Quieren que tengas una experiencia increíble. Todos deberían hablar un poco más para mejorar esa historia para otros, pero por el momento, agradecer a alguien que se preocupa por ti lo suficiente como para abrirse, con la posibilidad de ser heridos, y pasar la aventura de la vida contigo.