Fase 1: Sabes dónde y cuándo encontrarlo.
Digamos que te bajas del autobús por la mañana y, cuando empiezas a dirigirte a la sala de clase, siempre sabes que él siempre pasa el rato con un grupo de amigos en su casillero todas las mañanas.
A medida que cambias de clase, sabes que cuando pases por la biblioteca, él caminará en tu dirección y ustedes dos se pasarán el uno al otro en su camino hacia el siguiente bloque.
Fase 2: comienzan pequeñas conversaciones
¿Que tal tu día?
¿Qué planeas hacer este fin de semana?
¿Terminaste esa tarea de química que el Sr. Profesor nos asignó ayer?
Fase 3: la fase de 20 preguntas.
Es cuando todo lo que haces es hacerte un montón de preguntas …
Él: Así que tienes un perro. ¿Y es un shitzu?
Ella: si!
Él: ¿Qué diablos es un shitzu?
Ella: le muestra una foto de su perro.
Él: Oh.
Ella: sí, ¿no es ella la cosa más linda del mundo?
Él: ella parece jajaja no importa.
Fase 4: empiezas a conocer sus actividades diarias.
Ella: ¿Cómo estuvo el yoga?
Fase 5: se dicen buenos días y buenas noches.
Él: ¡Buenos días!
Ella: ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡CÓMO PUEDE SER UNA BUENA MAÑANA CUANDO HAY SIETE SIETE TREINTA EN LA MAÑANA !!!
Él: ¡Buenas noches!
Ella: Amigo, aún no son las once.
Fase 6: las conversaciones son cada vez más fáciles de mantener y son menos complicadas.
Él: Ummm … entonces, ¿qué piensas sobre la partida del profesor de gimnasia?
Ella: ni siquiera me gustaba. Él no era tan atractivo.
Fase 7: coquetear se pone más serio
Ella: Hey cosa sexy rawrrr
Fase 8: no hay tal cosa como secretos.
Ella: ¡Dios mío, el nuevo maestro de gimnasia es tan bueno!
Fase 9: no hay tal cosa como TMI
Él: ¿Entonces la razón de por qué te enojaste conmigo cuando dije que tu Shitzu se parece a Chewbacca es porque estás en tu período?
Estos son los fundamentos! Espero que esto responda a tu pregunta 🙂