Dígale lo que acaba de decir y prepárese para irse. Y no retrocedas. Él debe poder comunicarse con usted sin utilizar comportamientos agresivos pasivos.
Y lo que le digas debe ser entregado con voz tranquila. No estás casado con él, así que hasta que no obtengas una mejor comunicación, no lo consideraría un posible compañero de matrimonio.