¿Qué puedo hacer para que mi novia tenga más sexo?

Realmente, realmente tienes que preguntarle eso. Somos un grupo de extraños en internet. No la conocemos. No podemos decirte cómo encenderla.

Pero déjame contarte un secreto. Es un secreto que los amantes experimentados y apasionados, los que han tenido muchas mujeres y saben cómo complacer a una mujer, saben. Cuando las mujeres hablan sobre ese hombre que las envió a la órbita y las complace de una manera que solo habían soñado, este es el secreto que el hombre usó. Listo? Aquí está: No hay una fórmula secreta ni una receta mágica para convertir a las mujeres.

Los hombres que son amantes hábiles y pasionados conocen ese secreto. No existe una técnica mágica para complacer a una mujer.

Entonces cómo lo hacen?

Hablando. Al preguntarle qué le gusta … y prestar atención a la respuesta. Preguntándole acerca de sus fantasías … y luego escuchando (sin ser amenazada, celosa o asustada) lo que dice. Probando diferentes cosas … y luego observando cómo responde su cuerpo. En resumen, prestándole atención y tratándola como un individuo único. Tratar de descubrir alguna habilidad o técnica significa que estás buscando un atajo. No hay ningún atajo. Tienes que tomarte el tiempo para prestarle atención y aprender lo que le gusta.

Hay que ir Ahora conoces el secreto. 🙂

Tú lo pediste. Aquí están mis tres mejores consejos para aquellos que quieren complacer a sus mujeres.

  1. Más juegos previos. Ese es el consejo sexual que mi abuela Katie le dio a su hijo. Los hijos se lo pasaron a sus nietos (incluido el que resultó ser una nieta). Se lo hemos pasado a sus bisnietos. Mi conjetura es que el abuelo nunca recibió el memo.
  2. Para ser genial en la cama, ser grande en el resto de la casa. Se genial en la cocina. Se genial en la lavandería. Sé genial en las habitaciones de tus hijos y en la hora del baño. Sé genial cuando ella se queja de su día. A veces, un fregadero limpio y una canasta de lavandería vacía son las mejores formas de juego previo.
  3. Escucha la guía amorosa. Mis más grandes amantes han expresado su opinión sobre lo que disfrutan, sobre lo que creen que disfrutarían y sobre lo que ya no disfrutan. Una de mis mayores fortalezas como amante es que presto atención y recuerdo. He tenido tantas mujeres que me preguntaron cómo sabía que les gustaría tal o cual cosa. La mayoría de las veces, mi respuesta es que me lo dijeron y yo escuché.