Gracias por el A2A, anónimo.
Todavía no he encontrado el “uno”, así que no estoy seguro si podré hacer justicia para hacer esta respuesta. Pero pasando por las experiencias limitadas que he tenido hasta ahora, sabría si él o ella es la persona que no tiene que explicarlas o justificarse constantemente ante ellas. Cuando te atrapan. Y sentarse en silencio con ellos es tan reconfortante y satisfactorio para el alma como las conversaciones fascinantes.
Cuando se ve a usted mismo para atenderlos, más de lo que normalmente haría por cualquier otra persona. Cuando sabes que esta persona no te juzgará ni en tus peores días. Todo lo que puedo decir es dejar que tus instintos te guíen. 🙂