Decir que sí puede ser difícil a veces, pero ¿por qué es aún más difícil decir que no?

Esto depende de varios factores personales. Por ejemplo, su personalidad, estado familiar, profesión, formación, cultura, madurez, etc. En general, es más fácil para algunas personas capitular ante personas más agresivas en lugar de afirmarse. También es posible que tenga convicciones más débiles en el área de disputa y que no valga la pena el esfuerzo o el tiempo para discutir. ¿Quizás te han educado para seguir instrucciones y no para cuestionar la autoridad? Hay tantas razones por las que es difícil saber por qué.

Se necesita práctica. Al igual que la canción de Paul Simon, Cincuenta maneras de dejar a tu amante, hay cincuenta maneras de decir que no. Desde el muy cortés “Lo siento, no tengo un minuto libre para todo este próximo (inserta el tiempo aquí)”. Para los más contundentes, “Lo siento, preferiría no hacerlo”, hay muchas variaciones en esto. Puede suavizarlo agregando “pero sé que resolverá esto, busque a alguien, Etc.” No se disculpe después del comienzo “Lo siento”, que es solo otra forma de “No”, no sea específico acerca de cómo lo hace re ocupado y simplemente repita No, y sus diversas formas. Si alguien es muy insistente solo discúlpate.

Todos queremos que nos gusten. Para la mayoría de nosotros, es difícil sentir que estamos decepcionando a alguien.