El hecho es que no debería ser. Si no le gusta o odia a alguien, debe ser por algo que la persona realmente no hizo porque esa persona pertenece a un grupo.
El hecho es que el odio en sí mismo es incapaz de proporcionar soluciones y es un desperdicio de energía y concentración. En lugar de elegir odiar, debe utilizar ese tiempo y energía para encontrar una solución real a sus problemas.