No hace daño invitarla a salir. Bien por ti si ella acepta. Si ella te rechaza, pregúntale por qué. Si conoces la razón, al menos podrías hacer algo al respecto. Si ella no tiene motivos para ofrecer, no te sientas mal porque al menos lo has intentado.
En cuanto a hablarle de tus sentimientos, ve por ello en lugar de mantenerlo más lejos. Solo exprésate honestamente sin expectativas. Prepárate para cualquier respuesta que quieras obtener de ella. Puede que ella no sienta lo mismo o lo más probable es que necesite más tiempo. Lo importante aquí es que te sientas receptivo con cualquier comentario de ella. Respeta su decisión y no te obligues a ella.