Como una mujer que fue engañada varias veces por el mismo hombre, creo que puedo darte una idea.
Como un tramposo yo mismo, entiendo que el dicho: “Una vez que un tramposo, siempre un tramposo”, simplemente no es cierto.
He engañado muchas veces en el pasado. Ahora que he estado en una relación genuinamente amorosa, sé que si tengo ganas de hacer trampa, entonces necesito seguir adelante con la relación. Realmente no amo al hombre si quiero engañarlo, incluso si creo que lo hago. No he hecho trampa desde que fui testigo de ese amor.
En la escuela secundaria salía con un chico “dentro y fuera”. Saldríamos, uno de nosotros haría trampa, romperíamos, volveríamos a estar juntos, haríamos trampa, etc. una y otra vez.
Me comprometí con ese hombre. Fechamos un total de 5 años. Dos años dentro y fuera y tres años sólidos, sin “rupturas”, “relaciones abiertas” o “relaciones sexuales” en ese momento. Íbamos a fugarnos a Roma. Ambos teníamos sueños de ser asquerosamente ricos. Entró en la escuela de soldadura y yo entré en la aviación. Íbamos a combinar nuestras riquezas para invertir en acciones y tierras. Diseñé la casa más hermosa para que él la soldara. Íbamos a conquistar el mundo juntos.
Rompí el compromiso cuando supe que me engañó durante esos tres años con una perra rubia y fea en Oklahoma. Siempre amaba a las rubias. Él está con una rubia en este momento, en realidad.
La parte graciosa era que ella también lo estaba engañando, y él rompió con ella por eso. ¡Qué hipócrita!
Solo este año, le di otra oportunidad. Solo íbamos a conectarnos para una última aventura, porque habíamos sido el mejor sexo que jamás hubiéramos tenido. Iba a ser un día, y él se iría esa noche.
Él me habló con dulzura y me tentó con el sueño que teníamos de ser jodidamente ricos y asquerosos.
Tenia dinero Yo tenia dinero Podríamos comprar una casa, tener sexo increíble, juntar nuestro dinero y tener hijos. Estarían en el deporte, podríamos permitirnos eso. Él me compraría un auto. Yo sería su brazo dulce. Seríamos los más ricos de la ciudad. Tenía tierra, para que pudiéramos construir esa casa. Todavía podríamos fugarnos.
Caí por su tentación, y volvió a mi vida.
No le di suficiente tiempo para hacer trampa. Al cabo de unos días, vi tanto alcohol, tantas drogas, tantas putas, y tantas mujeres-putas hombre que me enfermé al verlo. Él es parte de la baja sociedad que me hace odiar al mundo.
Tengo una nueva regla, y esto es lo que debes quitar de ella:
Solo puedes cambiarte a ti mismo. La gente solo cambiará si quiere cambiar. Las palabras son sólo palabras. Las acciones dicen la verdad.
Y más importante:
Nadie tiene una segunda oportunidad.
Muévete bebé. Hay miles de millones de personas en el mundo que esperan descubrir tu belleza interior y amarte de una vez por todas. Quien lo pierda la primera vez no te merece.