Dígale que necesita aprender a controlar su enojo si quiere tener alguna esperanza de discutir sus problemas juntos y resolverlos como un adulto racional.
Cuando estés discutiendo esto con él, asegúrate de estar tranquilo y sereno. Piense en los puntos que quiere decir lógicamente (deshágase del juicio y la acusación). Luego colóquese en su posición y cómo se sentirá cuando lo mencione. Al ponerte en sus zapatos, eres más capaz de expresar los puntos de una manera que él podría absorber mejor. Dígale que quiere hablar de algo con él, pero que no puede interrumpirlo y que tiene la oportunidad de hablar después. Cada vez que intenta explotar, aléjate. Cuando él siga gritando, dile que no vas a tener una conversación gritándose el uno al otro. Si sigue siguiéndote, dile que se vaya a otra habitación y se refresque o que te quedarás con tus padres o lo que sea. Necesita comprender que no vas a tolerar que te griten como un niño. Tomará un tiempo, pero si sigues haciéndolo, como un niño, comenzará a tratar de controlarse. No dejes que le diga su lado hasta que hayas terminado el tuyo. Mantenga su tono de calma y no permita que lo agrave hasta el punto en que tuvo que ponerlo a la defensiva. Uno de ustedes necesita mantener la cabeza despejada. No dije que iba a ser fácil, pero si intentas y trabajas un error de comunicación en tu relación, es mejor hacerlo antes que después.