La sociedad en que vivimos, tiene algunas tradiciones y normas. Considera ciertos atributos del comportamiento humano como aceptables (en el caso de las generaciones mayores), o “cool” (en el caso de las generaciones más jóvenes).
Es en la búsqueda de mantener estas normas predefinidas de rasgos de personalidad, pretendemos ser alguien que no somos, especialmente cuando se trata de socialización en público. Porque, queremos impresionar a la gente. Porque creemos que al ser “todos agradables” y perfectos frente a nuestros amigos o, digamos, usar ciertas palabras que se ven bien y son populares entre la fraternidad joven, generarán buenas impresiones.
Las impresiones son importantes solo en las comunicaciones formales, como cuando aparece en una entrevista de trabajo. De lo contrario, sé tú mismo! Tus verdaderos amigos te amarán por lo que realmente eres, no por quién intentas ser.
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