Hay dinero y luego está la “clase”. La clase se define aquí, cómo se cultivan los gustos de la moda, el aseo y los lujos, como la “primera clase” en los barcos y las líneas aéreas están determinadas por el dinero gastado y no por el carácter de cada uno.
Los “papás azucarados” siempre están buscando a la siguiente mujer, una cara más fresca, alguien que se vea magnéticamente atractiva y sexy. Tales hombres no buscan mujeres que compartan sus mismas edades, educación y experiencias de vida en primer lugar. Más bien como Donald Trump y otros asiduos en la Mansión Playboy han pasado por las mujeres como cajas de Kleenex.
Las mujeres más jóvenes y atractivas que se sienten atraídas por los hombres que tienen dinero para gastar pasarán al siguiente hombre que puede ofrecer más, atractivo o no. Sus rostros son sus fortunas; sus activos físicos son sus medios fiscales, y saben que su tiempo es limitado.
Donald dijo que la edad límite para una mujer era de 35 años.
- Recientemente mi amiga en el trabajo parece más distante, pero no sé por qué. ¿Cómo debo responder sin preguntarle específicamente?
- El perro de mi amigo fue atropellado por un tren. ¿Qué se puede hacer para ayudarlo?
- ¿Se pondría en contacto con alguien que fue un buen amigo en el pasado pero que le hizo daño, para terminar con una buena nota?
- ¿Realmente me odia o ha empezado a tener sentimientos por mí?
- ¿Debo acabar las cosas? A mis amigos no les importa.
Supongo que lo mismo podría decirse para el atractivo de los hombres, de acuerdo con esta canción de Ervin M.Drake:
Cuando tenía diecisiete años, fue un año muy bueno.
Fue un muy buen año para las chicas de pueblos pequeños.
Y suaves noches de verano.
Nos esconderíamos de las luces.
En el pueblo verde
Cuando tenia diecisiete
Cuando tenía veintiún años, fue un año muy bueno.
Fue un muy buen año para las chicas de la ciudad.
Quien vivio subiendo las escaleras
Con todo ese cabello perfumado.
Y se deshizo
Cuando tenia veintiuno
Cuando tenía treinta y cinco años, fue un año muy bueno.
Fue un muy buen año para las chicas de sangre azul.
De medios independientes
Cabalgaríamos en limusinas
Sus choferes conducirían
Cuando yo tenia treinta y cinco
Pero ahora los días son cortos, estoy en el otoño de mis años.
Y pienso en mi vida como vino añejo.
De buenos barriles viejos
Desde el borde hasta las heces.
Se vierte dulce y claro.
Fue un año muy bueno