Aprendemos a amar de los adultos que nos rodean cuando somos niños. Si nunca recibimos amor como niños, entonces nunca aprendemos a dar o recibir amor.
¿Qué puedes hacer al respecto un adulto? Nutre a tu niño interior, esa pequeña persona que está dentro de ti. Cuídate. Permítete amarte a ti mismo. Haz las cosas que te hacen sentir feliz y amado. Mira las relaciones a tu alrededor que parecen cariñosas. Aprende de esas relaciones.