Esa es una excelente pregunta con respuestas que podrían beneficiar, o al menos informar bien, a mucha gente. Hay varios ejemplos que se me ocurren de la cabeza y casi todos están basados en el MIEDO, ya sea por una repetición de experiencias emocionales anteriores o por el deseo de no experimentar una emoción en particular. Pueden ser muy perjudiciales para la comunicación constructiva.
- Miedo al rechazo: uno no puede comunicar sus verdaderas intenciones, motivos o sentimientos hacia las personas o ideas por temor a ser rechazado.
- Miedo a la vulnerabilidad (y, posteriormente, miedo a sentirse inferior): es muy similar al rechazo, pero esto puede hacer que las personas no mantengan líneas abiertas de comunicación porque no quieren que se les perciba como débiles o que se usen sus sentimientos en contra de ellas.
- Miedo al abandono (tanto físico como emocional): algunas personas pueden haber experimentado abandono en situaciones anteriores y, por lo tanto, ya no permiten que las personas se acerquen a ellas emocionalmente o viceversa. Creen que si mantienen su distancia emocional, no se sentirán dependientes.
- Miedo al juicio , esto es algo importante para mí. Evitaré la comunicación abierta cuando sé que me pondrá en conflicto con alguien. El conflicto es uno de los estados más aborrecibles e incómodos de ser para mí. Cuando las cosas no van bien, se siente como si me estuvieran atacando o juzgando personalmente, aunque podría entender racionalmente que NO es personal y puede llevar a resultados positivos, cambios, realizaciones, etc.