Siempre hay: “Esto es tan delicioso, ¡pero lo lamentaré si me coma otro bocado!”
Tengo que hacer un comentario similar a veces cuando salgo a comer o en la iglesia en la noche familiar donde cenamos. Me sometí a una cirugía de pérdida de peso (manga gástrica) en la que extirparon la mitad del estómago para reducir la ingesta del paciente. Por lo tanto, si como tanto me gustaría comer, me sentiré realmente incómodo e incluso tendré que “devolver” parte de lo que he comido, si me dan la vuelta. Casi siempre llevo a casa un plato para llevar o, cuando soy prudente, tengo un par de bolsas Ziplock en mi bolso para que pueda llevarme una parte a casa para el día siguiente. ¡Especialmente si hay pollo al horno o algo similar, ya que a uno de mis gatos le ENCANTA el pollo!