Podemos controlar nuestras emociones hasta cierto punto y tenemos que aprender a enfrentar la situación, así como las emociones que la acompañan.
Tristes, enojados y felices son emociones básicas. La envidia, los celos y el odio son complejos. Pero siempre hay una situación que nos hace sentir algo. Pero la misma situación se puede sentir de manera diferente por diferentes personas.
Controlar o hacer frente a las emociones dependerá de la intensidad de las emociones, de la situación en la que se encuentre y de quién lo apoye. Nos enojamos por la irritación, nos enojamos por el dolor y la culpa, y nos enojamos cuando estamos bajo una injusticia prolongada. Cada uno es diferente en diferentes circunstancias y la persona responsable de ese sentimiento.
Tenemos que reconocer el nivel de intensidad y nuestra motivación para enfrentar y controlar la situación, de modo que podamos superar el problema que nos lleva a sentirnos de esa manera.
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