¿Por qué sentimos ira?

Me he dejado enojar y he analizado por qué lo hice. Hay tres situaciones en las que siempre me he sentido enojado.

  1. Cuando fui criticado
  2. Cuando las personas se comportaron o expresaron opiniones contrarias a mis creencias y prejuicios.
  3. Cuando me negaron mis expectativas

Crítica: Experimenté ira cuando la crítica desafiaba mi opinión sobre mí mismo. La ira dependía de la forma en que se expresaban las críticas, por ejemplo, era más con críticas duras e insultantes. También fue más cuando me criticaron en un grupo más grande frente a una broma individual.

Opinión contra prejuicios: cuanto más insegura estaba de una creencia, más rabia sentí cuando la opinión se expresó en contra.

Negación de las expectativas: más gratificante la expectativa más la ira

Observación secundaria; La ira comenzó desde la línea de base, alcanzó su punto máximo y disminuyó lentamente.

Prevención: darse cuenta de que te sientes enojado mientras aún está en auge. Clasifica “por qué” te sientes enojado. Dígase a sí mismo una de las tres cosas según su clasificación. La crítica es útil, no importa cómo se exprese. La gente no piensa en ti como tú. Todo el mundo tiene sus propias creencias y prejuicios y las expectativas no siempre se cumplen.

La ira es una emoción secundaria. Oculta la vulnerabilidad. Nos enojamos porque hace eso y la ira es energía, por lo que nos da la iniciativa de actuar para disminuir lo que nos está molestando. La ira no siempre es algo malo. En muchos casos es justificable. Las únicas implicaciones negativas de la ira son lastimarte a ti mismo oa los demás.

Cuando sientes ira, es porque eres menos apreciado, no reconocido, descuidado, maltratado, aprovechado, manipulado, controlado y obligado a hacer algo que no te gustaría hacer.

Tienes derecho a elegir por ti mismo y a defenderte.