Doy gracias a Dios cuando estoy feliz. No todos en el mundo tienen la suerte de ser felices. Entonces, cuando Dios me honra con la felicidad, siempre encuentro un momento para agradecerle.
cuando estoy triste, le pido que me quite el dolor y la pena. Pido disculpas a Dios por mis malas acciones.
Generalmente, las personas tienen la costumbre de pedirle a Dios por cualquier cosa y todo el tiempo. Esto no debería ser eso. Hasta ya menos que estés en una situación muy grave, no deberías pedir la ayuda de Dios.