Es un poco como cuando le doy a mis hijos un juguete. Al principio, juegan con él sin parar. Es nuevo, es emocionante y es divertido. Después de un rato, se aburren y lo ponen en el armario. Es posible que encuentren el mismo juguete más tarde y experimenten ese nuevo sentimiento una y otra vez, pero después de un tiempo volverán a aburrirse.
Las relaciones son similares, pero tu pareja es un ser pensante. Dile que te gustaría darle un poco de sabor. Él puede sorprenderte. Prueba algo nuevo y es probable que encuentres ese nuevo sentimiento como nuevo por un tiempo. No asumas que solo porque la relación ya no es emocionante, no es buena, solo significa que ya no es nueva y es hora de probar algo diferente para devolverle el sabor a tu vida.