Siéntese y hable sobre sus expectativas ahora, antes de que la relación se vuelva permanente. Explique sus necesidades de manera clara y no confrontacional. No acuses o confrontes. Su prometido debería tener tanto interés como usted en hacer que esta relación funcione.
Recuerda que hay una diferencia entre “Me gustaría que pasemos más tiempo juntos” y “¿Por qué me estás descuidando?”