Por la misma razón por la que es más fácil aprender algo de nuevo, que desaprender lo que ya aprendió. O construir algo, en lugar de reconstruirlo. Una vez que comienzas a reunir nueva información, los patrones se forman en tu mente. No solo acerca de los hechos, sino también la manera de pensar acerca de la situación en general: un punto de vista, un marco mental, una imagen del mundo.
Una vez que se forman estos patrones, cambiar a un punto de vista diferente requiere una cantidad doble de trabajo. Necesitas aprender el nuevo punto de vista y desaprender el anterior. Todo sin el valor de entretenimiento de obtener información nueva que tuvo la primera vez. Eso es demasiado esfuerzo para nuestra mente intuitiva rápida (“Sistema 1”), que aplicamos a todo por defecto. Ahora necesitas emplear la mente de razonamiento lento (“Sistema 2”), y a diferencia de su hermano rápido, requiere mucha más disciplina y esfuerzo para poner en el proceso.
Por supuesto, hay excepciones y otros sesgos que pueden entrar en juego. Por ejemplo, si personalmente te gusta mucho más tu segundo amigo, es posible que te resulte mucho más fácil cambiar la opinión. Eso es por el llamado sesgo de halo.
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