- Te pones demasiado disponible
- Haces sacrificios personales desproporcionadamente grandes.
- Suplicas, suplica, chupa
- Actúas como un “sí, hombre”, siempre apoyando y de acuerdo con todo lo dicho.
- Actúas como una groupie, seguidora, cazadora de conejitos.
- Siempre haces lo que alguien dice
- Usted está dispuesto a avergonzarse, faltarle el respeto, hacerse daño por otros beneficios.
- Te niegas a dejar ir a alguien o algo cuando es inútil
- Estás cegado para aclarar señales sociales de que no eres bienvenido
Básicamente para superar la desesperación necesitas autoestima. Siempre debe cuidar sus propias necesidades tanto como lo hace con los demás.