Déjame compartir contigo tres experiencias de la vida real de mis amigos.
- Uno de mis amigos, viajaba en tren. Una niña bonita, que puede llegar a los veinte años, entró en el compartimiento con un boleto de lista de espera. Ella le dio una hermosa sonrisa y le pidió un lugar para sentarse. Mi amiga, siendo caballerosa, Obligada a su petición. Entonces comenzó la conversación. Ella habló muy bien y con dulzura. A la hora de la cena, ella le ofreció un sándwich de su caja, que él aceptó con gracia. Lo siguiente que recordó fue levantarse al día siguiente sin equipaje.
- Una fría mañana de invierno, salía a dar un paseo. Fuera de mi casa, vi a un cachorrito lindo, tratando de envolverse en un pedazo de trapo viejo, pero fallando regularmente. Su lindo esfuerzo me hizo sonreír también triste. Así que lo llevé dentro y le proporcioné un lugar cálido.
- Un día, uno de mis amigos cercanos vino a mí, corriendo, con una gran sonrisa. Tratando de recuperar el aliento, me dijo con entusiasmo que era su mejor día, ya que casi todas las chicas de su clase lo miraban fijamente durante su presentación con amplias sonrisas. Yo, feliz por el buen momento de mi amigo, traté de darle un cálido abrazo cuando me di cuenta de que había dejado abierta la cremallera.
Así que las lecciones son:
- No todos los que te hablan bien están interesados en ti. Puede ser que él busque algún favor de ti.
- La gente sonríe incluso a los cachorros lindos. Esto no significa que van a pasar su vida con eso.
- Si alguien te está mirando, no significa que te encuentre atractivo. Puede que no te peines el cabello correctamente o que tengas algo atorado entre los dientes, lo que le molesta.