¿Es mejor ser educado o sincero acerca de los malos hábitos de un amigo?

Podría ser mejor sugerir que comience a traer su almuerzo. Siempre se podría decir algo como “Wow, comer fuera realmente me está costando demasiado dinero. Voy a comenzar a traer mi almuerzo”. No menciona si está comiendo con él, pero si lo está, entonces podría sugerirle que traiga su almuerzo y que puedan comer juntos.

Dudo que mencionar su peso sería útil a menos que esté planeando ayudar de alguna manera, como hacer cosas como hacer ejercicio o caminar juntos o unirse a algo como Weight Watchers. Estoy seguro de que él ya sabe que tiene sobrepeso. A menudo, tener este tema solo molestará a la gente y los hará más resistentes a escucharte. O podría tener el efecto contrario y hacer que comiera más.

Una verdadera amistad implica confianza, honestidad y sinceridad. Un elemento importante en una amistad honesta es la convicción de que ambas partes quieren lo mejor para el otro. La sensibilidad y el tacto son rasgos agradables para mostrar con todos, amigos y conocidos por igual, para que no malinterpreten nuestros comentarios y consejos dejándolos albergar un recuerdo doloroso sobre una declaración que hacemos para construir en lugar de destruir. Por lo tanto, como amigos tenemos la obligación moral de compartir sinceramente cómo nos sentimos acerca de los temas de importancia mutua cuando se nos pregunta. Si seguimos estas pautas, siempre haremos lo correcto y disfrutaremos a nuestros amigos toda la vida. La confianza es una calle de doble sentido. Si tus amigos te hablan de sus preocupaciones, entonces tienes la obligación moral de compartir tus pensamientos de manera abierta y relajada como un amigo confiable. Al final, hará lo que quiera con su vida, pero te sentirás más cómodo contigo mismo sabiendo que intentaste mejorar su condición abordando directamente los problemas que plantea.