¿Cómo debo lidiar con mi demonio personal, que es un enemigo político mortal, cuando todavía estoy en una posición de desventaja?

Imagina que eres amigos.
Sonreír.
Ser deferente, incluso obsequioso.
Pretende compartir sus intereses.
Ser alguien que escucha cuando habla.
Lo adulará Pídele consejo. Imagina que estás completamente cautivado con él.
Finge que te ha vencido por completo.
Déjalo bajar la guardia.
Entonces reúne tus fuerzas y destrúyelo.

Sátira seudónima.