Lo primero que hay que recordar: la gente no piensa en nosotros con tanta frecuencia, y ciertamente no tan profunda o críticamente, como imaginamos. Somos nosotros proyectando nuestras propias dudas sobre otras personas.
Si son tus amigos, me imagino que solo quieren que seas feliz. Creo que todos pueden relacionarse con situaciones como esa en algún nivel.