Esto se debe a que cuando estamos tristes, nos aislamos y tratamos de encontrar la razón, durante ese proceso pensamos en los eventos pasados similares que han ocurrido y nos traen más y más negatividad en la mente, esto nos obliga a decir ¿por qué Yo? Porque al final el estilo atrae, como si piensas en negativo, se crearán vibraciones negativas.
Pero cuando estamos felices, estamos rodeados de personas y estamos tan involucrados en vivir ese momento en particular que nos resulta obvio. ¿Entonces no hay ninguna duda de por qué yo?