¿Alguna vez extrañaste a alguien a quien amaste y amaste mucho pero que también te lastimó profundamente?

Sí, porque “el corazón sabe la lógica que la mente no sabe”. Aunque esa persona te haya hecho mucho daño, pero la extrañas de vez en cuando, especialmente cuando sientes que no tienes a nadie con quien hablar.