Hay una realización sofocante de la que estoy constantemente obsesionado por estos días. Está vinculado a los sentimientos de indefensión que se acumulan en mí cuando veo a mis padres envejecer frente a mis ojos. Es el peor sentimiento de todos.
Mis padres que siempre han estado ahí para mí, que me apoyaron emocionalmente, financieramente, moralmente, que me hicieron aprender a caminar y comportarme, que estuvieron conmigo durante mis días de corazón y días felices.
Esos mismos padres que me enseñaron “lecciones” que ningún aula podría haber enseñado desde la humildad, la bondad, la mentalidad abierta, el amor propio, hasta mi enfoque hacia la vida, mis ofensas y defensas; las personas que construyeron el núcleo de lo que soy, quizás ya no estén conmigo algún día.
La realidad detrás de este pensamiento me ahoga.
- A veces me siento nervioso incluso en el estudio. ¿Qué me hace fresco?
- Estoy emocionalmente agotado de lo sensible que es mi SO. ¿Qué puedo hacer para crear tolerancia hacia un hombre dulce, leal y asombroso?
- ¿Es normal que odie estar en fotos?
- ¿Cómo puede alguien equilibrarse emocionalmente?
- ¿Quién tiene sentimientos complejos sobre un amigo con el que se han peleado y que está a punto de morir?
Me siento arrepentido por todas las veces que he hablado con ellos en voz alta o por estar molesto con ellos por cuestiones triviales. Desearía poder expresar todo mi inmenso amor y gratitud hacia ellos, pero palabras como ‘Te amo’ y ‘Gracias’ son demasiado pequeñas para transmitir mis emociones abrumadoras por todo lo que han hecho por mí.
Estos sentimientos ponen una urgencia sobre la importancia del tiempo en mí. Necesito hacer todo lo que esté a mi alcance antes de que las irreversibles manecillas del reloj me las quiten.
Estas son realizaciones que me dejan con los ojos llorosos. Siento que un espacio hueco crece en mi corazón, llenándome con un dolor inexplicable mientras los medito. Se vuelve difícil hablar de ello con nadie. Difícil de expresar en cualquier forma.
Llámame emocional, pero este es el sentimiento más aterrador para mí.
Padres: la única palabra que me viene a la mente cuando pienso en el amor incondicional, sin restricciones, inequívoco, ilimitado, incuestionable, inconfundible, magnánimo y desinteresado.