¿Quizás no confías en ti mismo? Si piensa en esa pregunta y es verdaderamente honesto, puede descubrir que esta es la verdadera razón. Es difícil confiar, especialmente porque ninguno de nosotros es perfecto y, a veces, incluso hacemos las mismas cosas que no queremos que otros hagan. Ese es el problema. Si nos perdonamos a nosotros mismos por ser humanos, podemos y debemos perdonar a otros, o besar cualquier experiencia significativa de amor como una experiencia que nunca tendrás.
La confianza siempre está justificada, no porque confiar en alguien no rompa tu confianza, sino porque sin confianza no podemos amar, punto. La confianza construye el amor, la desconfianza genera sospecha y paranoia.