Comience por comprender completamente que usted es quien tiene el control de lo que permite que le suceda a su cuerpo. Lo mismo es cierto para tus amigos. Y mientras tomaron decisiones diferentes a las tuyas, eso es exactamente lo que son diferentes, ni mejores ni peores.
Resistir la presión de los compañeros no es fácil. Pero tú eres el que tiene que enfrentar las consecuencias de tus acciones, no ellas. Tienes que estar cómodo con tus decisiones no con ellas.