No es de quién es la culpa. Lo que más importa es la agonía mental de la persona cuyo teléfono móvil se dañó. Cualquiera que lo vea pasar se sentiría mal por ello. Si te sientes mal por eso, es una reacción perfectamente normal. Estoy seguro de que sientes empatía con tu amigo, por la pérdida que ha sufrido.
Sin embargo, no tiene por qué tener ningún sentimiento de culpa porque no fue culpa suya.