La enfermería, como la enseñanza y la camarera, es una de las ocupaciones que los economistas llaman “trabajos de cuello rosado” o profesiones dominadas durante mucho tiempo por mujeres.
Hay varias otras profesiones similares que te encuentras cuando te cuelas dentro de un sitio web de búsqueda. ¡Y créeme, los resultados varían místicamente!
Pero un trabajo que rara vez se refiere o no se habla tanto es la prostitución (trabajadores sexuales). Es considerada la profesión más antigua del mundo y, sin embargo, se la reconoce como un tabú. Después de ser amas de casa, esta industria es predominantemente femenina y supuestamente rampante.
En Viena, en abril de 2007, había 1.352 prostitutas y 21 prostitutas registradas oficialmente. Se desconoce el número de prostitutas que no están registradas (y, por lo tanto, trabajan ilegalmente). Un estudio reciente de TAMPEP, sobre la población de prostitutas de Alemania, estimó que el 93% de las prostitutas eran mujeres, el 3% transgénero y el 4% masculino.
Esta es, sin duda, la mayor sátira del mundo. La burla radica en el hecho de que es la industria donde las mujeres son las más atormentadas, aunque se supone que están en el poder en la mayoría de los casos.
Esto no es solo una respuesta, sino un punto de preocupación para los que hacen el cambio, ya que la próxima generación se queda en el linaje.