Los pensamientos son el vehículo para expresar tus emociones. El contenido de tus pensamientos también puede afectar la calidad e intensidad de tus emociones. La cabeza y el corazón funcionan como una carretera. Es importante mantener una conexión entre los dos, es tan fácil cuando no está sucediendo según lo planeado pasar por un mecanismo de defensa y enfocarse todo en la cabeza. Entonces te sientes desconectado y racionalizas más de lo necesario.
Veo las emociones como una especie de guía marinero en un barco. Sin ellos, no tenemos una dirección, no sabemos hacia dónde nos dirigimos. El barco es lo que somos, el barco es tus pensamientos. Lo que piensas de ti mismo, tu visión, tu imagen, tu autoestima están basados en tus pensamientos.