A menos que seas un santo o un ángel, cada uno de nosotros tiene sentimientos oscuros o pensamientos oscuros en algún momento u otro, pero es cómo y si actuamos o no sobre esos sentimientos o pensamientos que determinan quiénes somos. De ahí la diferencia entre nosotros, las personas normales y aquellas más inclinadas al comportamiento psicopático.
Todos tenemos el bien y el mal dentro de nosotros, pero lo que cuenta es qué parte dejamos brillar. También Satanás es un claro enemigo que siempre intenta envenenar nuestras mentes. Estar cansado de este enemigo evidente ayuda a eliminar estos malos pensamientos que a veces parecen brotar de la nada. Como a veces tendrás algo aleatorio, aunque no es como tú, o que va en contra de tu personalidad habitual. Esto no quiere decir que podamos culpar a todo por el diablo, pero siempre hay que tener en cuenta ese factor. Y sí, realmente existe.