Cualquier persona en una relación puede tratar de manipular a otra persona. Aquí hay algunas razones por las que esto podría suceder:
- No se dan cuenta de lo que están haciendo.
- Les gusta el poder que conlleva saber que la otra persona está feliz o triste según lo que hace. Quizás es lo único en su vida que pueden controlar.
- No saben lo que quieren, por lo que están atados a lo largo de esta otra persona hasta el día imaginario en que todo se arreglará solo.
- Tienen miedo de tener una conversación honesta sobre lo que está sucediendo, por lo que las dos personas esperan cosas diferentes de la relación.
- Tienen miedo del compromiso, por lo que quieren seguir alejándose para mantener abiertas sus opciones.
- Quieren un compromiso absoluto, por lo que harán cualquier cosa para evitar que la otra persona se vaya.
- Piensan que la otra persona está jugando con ellos, por lo que también pueden hacerlo.
- Piensan que la otra persona los está haciendo actuar de esta manera (por ejemplo, “Sólo te lastimé porque me hiciste enfadar / avergonzarme”).
- No quieren estar en una relación, pero tampoco saben cómo estar solos.
- Eso es lo que saben sobre las relaciones, porque es todo lo que han visto.
- Piensan que pueden convertir a la otra persona en su pareja ideal sin tener en cuenta a la otra persona.
- Son conscientes de sí mismos y tienen que mantener una imagen (por ejemplo, decir que pueden tener planes cuando no lo tienen o esperar una semana para llamar para que parezcan más populares).