Imitando la postura de la otra persona.
Si la persona tiene las piernas cruzadas, tú también cruzas las piernas.
Si la persona tiene sus brazos sobre la mesa, póngalos también sobre la mesa.
Cuando se trata de reflejar, tendemos a hacerlo inconscientemente.
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Al imitar el comportamiento de la otra persona, lentamente se desarrolla la confianza y la relación entre los dos. Además, también puede verse como una forma de empatía, que es muy útil para desarrollar una relación íntima.
La investigación en psicología nos muestra que nuestros cuerpos revelan mucho sobre la forma en que pensamos y sentimos. Entonces, al adoptar las posturas y el lenguaje corporal de otra persona, podemos tener una mejor idea de lo que otra persona está experimentando desde su perspectiva. [1]
Esto es extremadamente útil para querer establecer esa conexión genuina y profunda con la otra persona, especialmente para causar una primera impresión en extraños.
Y si te estás preguntando, ¿no se darán cuenta?
No. En general, las personas están demasiado preocupadas y enfocadas en sí mismas para darse cuenta conscientemente de lo que está haciendo. Mientras no lo hagas extremadamente obvio.
- La influencia inconsciente del reflejo