La madera del tacto es una frase que se dice después de reconocer la buena suerte en el pasado. Ejemplo: ¡Nunca me caí y me fracturé la pierna, toco madera!
Es una superstición que se origina en la Europa pagana cuando las personas solían crear un alboroto al golpear sus jarras de cerveza en la mesa de madera durante las celebraciones. Esto se hizo para evitar que el mal lo escuchara y arruinara su buena suerte.