Mira, no soy realmente pacifista, pero me he dado cuenta de que no puedes reformar el mundo.
Puedes educar a las personas, enseñarlas educadamente sin aplastar su ego y hacerles ver la razón, pero al final tienes que cambiarte a ti mismo.
Hay muchas leyes y muchos protectores, pero hay disidentes, rebeldes y renegados. Puedes enseñar a las personas con amor y no con rebelión, pero todavía habrá muchos tontos que te reprocharán y reprimirán la voz.
El idealismo es para la juventud. A medida que creces y evolucionas, te vuelves práctico y te das cuenta de que la rebelión no es una respuesta en absoluto, tampoco es violencia. Puedes mostrar a las personas dando un ejemplo, pero depende de ellas si te quieren o te siguen o no.