¿Por qué los humanos se lamentan?

Primero, el luto no se limita a los humanos.
Los perros, al menos algunos de ellos, lloran a su amo.
Así que la primera escalera del duelo puede considerarse instintiva.
Segundo, lloras porque sufres una pérdida.
Un ser querido está ahora fuera de su alcance.
Algún tipo de síndrome de abstinencia.
No importa lo que siempre hay algo que nos gustaría haber dicho o hecho. Pero ahora es demasiado tarde. Generalmente hay un toque de culpa: por qué él (r) y no yo.
La vida no es justa y lleva algún tiempo admitirlo.
Tercero, no puedes evitar lamentarte parcialmente a través de la anticipación.
Un cruel recordatorio de nuestro propio destino.
Y también toma algún tiempo volver a ponernos de pie y hacer lo que estamos destinados a hacer: carpe diem.