Probablemente porque no te respetas a ti mismo. Piensas (en algún nivel) que se está haciendo algo de justicia cuando te lastimas. Te consideras malo y, como resultado de ser malo, mereces un castigo.
Tal vez hiciste algo o pensaste algo o algo que no te debería gustar, pero sea lo que sea, lo ves como algo negativo y digno de disciplina a través de la tortura.