Esto depende en gran medida del tipo de manipulación emocional, pero en general la mejor manera de lidiar con la manipulación es doble e interdependiente:
1) Sé consciente y trabaja activamente hacia lo que te hace feliz.
2) Ser capaz de alejarse de una situación y considerarla objetivamente.
La manipulación emocional, como cualquier manipulación, es poderosa porque se está ejerciendo un apalancamiento que empuja a la persona que está siendo manipulada en un curso específico de acción. Si usted (como la persona que está siendo manipulada) puede evaluar razonablemente si una situación o acción lo está ayudando a ser más feliz en general, entonces puede hacer que la manipulación sea irrelevante.
Un ejemplo: dos personas están en una relación. Se desarrolla un patrón donde la persona A le dice a la persona B que la persona B nunca podrá involucrarse con alguien tan grande como la persona A, por lo que es mejor tratar a la persona A como si fuera de oro. La persona A procede a tratar a la persona B como menos que el oro.
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En esta situación, la persona B está siendo manipulada emocionalmente. La persona B debe hacer todo lo posible por considerar si estar en una relación con la persona A los está haciendo felices y, de no ser así, la persona B debería tratar de resolver el problema o terminar la relación.
Finalmente, una advertencia: las personas tienden a pensar que toda manipulación es mala, pero hay áreas grises. Por ejemplo, podría dejarle pistas sutiles a mi pareja de que quiero ir a un restaurante elegante para mi cumpleaños. Si terminamos yendo a ese elegante restaurante en mi cumpleaños, ¿he manipulado a mi pareja? Yo diría que sí, lo he hecho, pero no hay nada de malo en eso. Es cuando la manipulación comienza a mejorar constantemente el bienestar de una parte a costa de otra cuando se convierte en un problema.