Vas a molestar a la gente en un momento u otro. No hay manera de evitarlo. Incluso si intentas editar todo lo que dices con cuidado, finalmente alguien encontrará algo por lo que estar molesto.
Tal vez ni siquiera sean las palabras que dices, podría ser una simple mirada en tu cara que se malinterprete.
No puedes controlar los sentimientos de la gente.
Sé reflexivo, pero sé tú mismo. Si alguien se enoja contigo, habla de ello.
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La comunicación es complicada en su mejor día. No te preocupes tanto por ofender a los demás.