Imagina ser amigo de alguien que acabas de conocer. Parecen ser la persona más genial que has conocido en mucho tiempo, aunque parece que hay algo de mala prensa que has escuchado. Sin embargo, esta persona te hace sentir bien, vas a los mejores lugares, conoces a otras personas emocionantes y estás teniendo el mejor momento de tu vida. Pasan unas semanas y te das cuenta de que, como has pasado tiempo con tu nuevo amigo, te has perdido una cita para cenar con tu madre, no has salido con la vieja pandilla, y las últimas noches se están yendo de la mano. Peaje. En resumen, empiezas a pensar, ¿es esta nueva vida lo que realmente quieres?
Puede ser emocionalmente estresante con algunas noches de insomnio, si solo está pensando en su mente acerca de los beneficios, las desventajas de salir con alguien, tanto a corto como a largo plazo.
Hacer una lista lo obliga a reflexionar sobre el tema en cuestión sobre una base más objetiva o racional. Cuando las apuestas son bastante altas, incluso puede hacer una lista inicial, dejarla por unos días y luego volver a la lista para validar todas y cada una de las razones enumeradas. Para entonces tu decisión estará basada tanto en la lógica como en la emoción.
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