Fui a una escuela llena de gente mucho menos inteligente que yo. No había una sola persona con la que pudiera tener una conversación inteligente. ¿Entonces qué hice? Me hice amigo de la gente que me gustaba, pero sabía que era mucho más inteligente que ellos, teniendo en cuenta el hecho de que mis calificaciones eran siempre del 95 al 100%.
Terminé pasando mi tiempo libre tratando de estimular mi cerebro. Me encontré aprendiendo idiomas en línea y empecé a dominar el sueco. Terminé estando en la biblioteca la mayor parte de mis horas de almuerzo, y al final solo tenía algunos amigos.
Sin embargo, tenía fluidez en dos idiomas más, así que supongo que eso es un punto a favor.
De hecho, me permitió descubrir mi pasión. De no haber sido por la falta de inteligencia de esas personas, nunca me hubiera dado cuenta de que puedo aprender idiomas con una facilidad increíble.
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También gané peso.
Estar sentado en mi computadora por más tiempo y más tiempo significaba que estaba haciendo cada vez menos ejercicio y terminé volviéndome bastante gordito. Si hubiera tenido personas con las que podría haber hablado, tal vez hubiera pasado menos tiempo con la computadora y menos tiempo comiendo comida casera.
Hoy en día estoy rodeado de personas que me hacen feliz. No me importa su inteligencia. Afortunadamente algunos de ellos son como yo! Sé hacer gimnasia, tenis y correr, cosa que nunca había hecho antes.
Las cosas que haces son decididas por ti. Las personas que te rodean son las que te animan a hacerlas.