En una sociedad patrilineal tradicional, cuando un hombre se propone, está invitando a una mujer a unirse a su familia. Ella (posiblemente) tomará su nombre, y sus hijos formarán parte de su familia. Entonces él necesita decirle lo que él (y su familia) le están ofreciendo. Ella no puede proponérselo porque eso sería invitarse a sí misma a su familia.
En algunas partes de Asia, cuando una mujer se casa, su conexión con su antigua familia es muy limitada. Si el matrimonio no funcionó, no la devolverán. Sienten que ella ahora es parte de la familia de su esposo y no quieren más responsabilidad por ella.
Esto no es tan importante en el Oeste desarrollado donde la mayoría de las personas viven en familias nucleares de todas formas y mantienen vínculos con ambos lados. En ese caso las mujeres pueden y proponen a los hombres.